Si haces cosas pasan cosas – Definir objetivos SMART

Hay un dicho que se oye mucho y que me gusta y es el de “si haces cosas, pasan cosas”.

Y es verdad que para que pasen cosas tienes que buscarlas, tienes que hacer que pasen.

Esa idea de que nos van a descubrir haciendo lo que nos gusta sin salir de nuestro pequeño mundo es irreal.

Claro que todas conocemos casos que han pasado, que de la noche a la mañana un negocio se ha vuelto famoso.

Primero, lo conocemos porque es un caso rarísimo y merece salir en la portada de una revista o ser contado como cosa excepcional.

Y segundo, dudo que fuera de la noche a la mañana sin hacer nada porque para que alguien te descubra tienes que estar. En algún sitio pero tienes que estar y ser visible.

La segunda parte del “si haces cosas pasan cosas” es qué quieres hacer para conseguir que pasen las cosas que quieres que te pasen.

Pueden pasar muchas cosas.

Pongamos que si haces cosas te puedes arruinar. Y están pasando cosas también. Osea que definamos qué queremos conseguir. Qué cosas queremos que pasen.

Entonces supongo que queremos que nos pasen cosas buenas.

Mejor definir qué queremos que nos pase, cuándo nos gustaría que nos pasara y qué es bueno para nosotras.

Trabajar para conseguir que se cumpla el objetivo que tenemos en mente.

Hay muchos objetivos posibles, desde mini objetivos diarios hasta anuales o a largo plazo, osea un objetivo de vida.

Después de años trabajando en acompañar a negocios a comunicar su marca me he dado cuenta de que muchos de los problemas de comunicación son por falta de objetivos.

Sin objetivos la comunicación cojea porque no tiene un fin concreto. 

Es como si sacas el coche y te pones a dar vueltas porque no has pensado dónde querías ir, solo que querías sacar el coche.

Sin objetivos cada canal de comunicación que tengas será diferente al otro porque no sabes de qué forma te quieres presentar y estás viendo y decidiendo qué estilo te gusta más. En un sitio puede ser rosa y en otro negro así que no se reconoce tu marca en ningún sitio.

Sin objetivos no se sabe qué ofreces, a quién se lo ofreces y por qué lo ofreces porque tu mensaje es tan disperso que llega a todos pero no llega a nadie.

Los objetivos no son cosas escritas en piedra y un para siempre jamás inamovible.

Son metas que vas persiguiendo en el negocio.

Si tu negocio lo llevas tú sola, no te olvides que tu meta u objetivo en el negocio se tiene que adaptar a tu vida actual.

De nada sirve tener un objetivo que sea hacer networking 3 días a la semana si no tienes el tiempo personal para llevarlo a cabo.

O grabar vídeos de estudio si no tienes el dinero para pagar el estudio ni a quien te grabe ni edite.

Puedes empezar con ese objetivo en mente a largo plazo y dividir ese objetivo en mini objetivos, como:

  • reducir el tiempo que me lleva hacer otra de las cosas que hago en mi negocio para tener tiempo de ir 1 día a la semana a un networking.
  • o en el caso de los vídeos, ahorrar el dinero que me cuesta una asesoría con una videógrafa que me enseñe cómo grabar vídeos en casa con lo que tengo ahora mientras consigo el dinero para que alguien lo haga todo por mi.

Vaya, como si te quieres ir de vacaciones a un sitio exótico y lo primero que haces es informarte de cuánto cuesta el billete, el alojamiento, qué actividades se pueden hacer y buscas cómo puedes organizarlas, miras si necesitas vacunas, qué ropa necesitas que no tienes y la puedes pedir a alguna amiga o comprar… todas esas cosas serían los mini objetivos dentro del objetivo principal que es hacer un viaje.

Igual has oído que los objetivos tienen que ser SMART

A mi las siglas me dan pereza porque siento que debe ser complicado así que te lo voy a contar a mi manera:

Un objetivo tiene que ser específico (S).

Es decir, si sales a comprar una tarta de cumpleaños para tu hija no vas a una pollería. Sabes qué quieres conseguir y lo buscas donde lo hay. 

Si quieres ampliar tu red de contactos para aumentar la gente con la que puedes colaborar irás a buscar a profesionales del sector que puedan complementar tu trabajo. Y tienes que ir donde están ellos, no a otro sitio.

Un objetivo tiene que ser medible (M).

Si quieres comer más fruta te puedes poner el objetivo de comer una pieza más de fruta al día. Eso es un objetivo medible.

En el negocio sería conseguir un cliente más al mes, ir a un evento de networking y hablar con 2 personas en cada evento o ir cada semana a una tienda a vender tus productos.

Un objetivo tiene que ser alcanzable (A).

No es que no vayas a conseguir correr una maratón nunca, es que tienes que empezar poco a poco. Primero sal a correr por tu calle y vas haciendo cada día un poco más. 

Si el objetivo final es correr la maratón, que los objetivos intermedios, los mini objetivos, vayan siendo posibles de alcanzar.

Con el negocio igual. Si quieres ser referente en tu campo y dar charlas delante de mil personas, ¿cómo puedes empezar para ir poco a poco acercándote a ese objetivo? 

Si no es alcanzable, la motivación desaparece.

Un objetivo tiene que ser relevante (R).

Importante para tí. Tiene que ayudarte a conseguir el éxito. Lo que tú has definido como éxito.

Volvamos a la maratón y a comer fruta. Para ti es relevante porque es una forma de mantenerte sana. Y es un valor importante para ti.

En tu negocio también.

Si el objetivo es vender 3 productos más a la semana para tener dinero para invertirlo en una máquina que te facilita el trabajo, el vender más se convierte en importante porque tu calidad de trabajo y de vida va a mejorar.

Un objetivo tiene que conseguirse en un tiempo determinado (T).

Te ha pasado alguna vez que has dicho: un día me daré equis capricho porque me encantaría tenerlo.

Un día es un deseo.

El año que viene es un objetivo.

Porque para que algo pase el año que viene tienes que hacer un plan de cómo lo vas a conseguir. 

Para algo que pasará un día no tienes que hacer ningún plan.

Si quieres dar una charla el año que viene hay unos pasos previos que los tendrás que poner en tu agenda y trabajar para ir cumpliéndolos.

Y si la pereza te puede y no los cumples es que el objetivo no era objetivo, era un deseo.

Por lo que:

Si dices claramente lo que quieres conseguir, cómo y cuándo quieres conseguirlo y para qué trabajas por ese objetivo, lo tienes.

Antes de ponerte a decidir:

  • canales de comunicación
  • imagen gráfica
  • si tienes o no una web y qué poner en la web
  • qué decir en la newsletter y qué regalar
  • y cómo presentarte

Decide:

Qué quieres conseguir

Para qué quieres conseguirlo

Cómo lo vas a conseguir y cómo lo integras en tu vida

Cuándo quieres conseguirlo.

Y desde ahí ponte a hacer un plan de comunicación de tu empresa.

Si haces cosas, pasan cosas.

Pero mejor que las cosas que haces cundan mucho y pasen muchas cosas con menos trabajo.

¿me ayudas a llegar a más personas?

Soy MariaWolle y quiero acompañarte a que digas lo que quieres decir sobre tu marca para que pueda(s) brillar.
Pincha en la foto (o aquí mismo) para que sepas quién soy yo para poder hacerlo.

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